Atrévete

¿Saben de esa sensación increíblemente emocionante que te recorre el cuerpo llenándolo de esperanza de un futuro mejor? Esa que te sorprende al presentarse cuando menos te la esperabas: luego de un aparentemente interminable periodo de bajón, desmotivación, fracaso, desesperación, frustración, miedo, incertidumbre, tristeza, decepción, confusión y soledad. Pero, sobre todo: agotamiento. Esa inesperada electricidad de vibras positivas y satisfactorias que te devuelven el ánimo y las ganas de querer hacer cosas, grandes cosas, cosas que te impulsen a crecer, redescubrirte, encontrar un propósito trascendental y recuperar esa alegría incondicional que tanto te caracterizaba. Esa sensación única e inigualable de: Lo hice. No sé cómo, pero lo hice. Lo logre.

Logre resistir tanto tiempo, aunque ya no tenía paciencia ni energía ni un norte claro y conciso. Logre enfrentarme a un futuro incierto y desconocido, pero, sobre todo, impredecible. Logre desafiar el status-quo, las expectativas que otros tenían de mí y las que yo tenía de mí misma. Logré definir todas esas emociones y pensamientos incomodos que revoloteaban en mi cabeza y, al hacerlo, me di cuenta que no eran tan aterradores como me los pintaba mi mente. Logre darme cuenta que el obstáculo más grande que me detenía era yo misma: mi forma de ver las cosas, mi manera de tratarme, las exigencias absurdas que me proponía, la cantidad y calidad de objetivos inconclusos que planeaba alcanzar a pesar de contar con una visión borrosa y falta de herramientas imprescindibles para hacerlo. Logre abrir los ojos y vivir el momento, pero de verdad, dando pase a todo lo que tenía que pasar en el tiempo y lugar adecuado sin necesidad de anticipar el suceso en mi agenda, controlarlo mientras ocurría o documentarlo en una foto para compartir en Instagram. Logre aprender a decir no. A hacerme escuchar. Valorarme y ensenarle al resto que me valore. Porque valgo mucho y eso nunca debería pasar desapercibido o menospreciado. Logre encontrar mi fuerte, mi fuente de pasión y creatividad, aquello que me hace levantarme ilusionada cada día y me complica el proceso de irme a dormir. Porque quiero pasar una hora más leyendo sobre eso. Escribiendo sobre eso. Hablando sobre eso. Bailando de felicidad sola en mi cuarto, aunque se me estén cerrando los ojos. Correr la maratón a las 6:00Am una hora antes de la que suena mi despertador. Y si es antes, mejor.

Porque no puedo aguantarme las ganas: si lo hago, exploto. Exploto y causo uno de esos desastres naturales que jamás olvidaras. Porque finalmente puedo pisar firme y empezar a caminar hacia mis sueños. Sin prisa, pero sin pausa. Avanzado con cautela, pero con seguridad y ambición. Teniendo bien en claro quién soy y hacia donde quiero llegar. Y aunque el tiempo y las experiencias y aprendizajes me vayan moldeando y transformando, sé que mi esencia será siempre la misma. Pase lo que pase seguiré siempre siendo yo. La tan increíblemente emocionante yo que, al igual que la sensación de la que empecé contándoles, es capaz de sorprenderte cuando menos lo esperas, llenarte de vibras positivas, incomodarte al impulsarte a salir de tu zona de confort y hacerte darte cuenta que todo pasa por algo, todo tiene una razón, y la razón más importante y definitiva eres y serás siempre tu. Porque nada dura para siempre. Ni siquiera esos periodos de desconsuelo, decepción y desilusión. Ni siquiera los días que permanecen grises y fríos a pesar del paso de las horas. Ni si quiera el peso del mundo y de la sociedad que decides cargar sobre tus hombros. Ni siquiera la realidad a la que te enfrentas en este preciso segundo ni los límites que ella te propone.

Atrévete a desafiar todo lo que no te queda claro, todo lo que no te convence o no te cierra, todo lo que te molesta y preocupa, todo lo que te incomoda y limita, todo lo que antes sabias y ahora lo crees equivocado. Atrévete a desaprender y a soltar esa forma de vivir que tan vacío e inútil te hace sentir. Atrévete a inventar una nueva que se alinee a tu propósito, tu personalidad, tus capacidades y sueños. A tu yo mA auténtico. Atrévete a sentir y experimentar cosas nuevas que capaz cambien tu vida para siempre.

Atrévete y punto. Es ahora o nunca. Y el ahora, por fin, llego...